lunes, 22 de octubre de 2012

Niña pájaro

Aunque me quede
completamente 
inmóvil, 
aunque me crezcan
hojas en la cabeza
y los brazos 
se me conviertan en ramas,
¿cómo sabe el pájaro
de mi deseo
de ser árbol 
para su nido, 
si tan niña
vuelvo a ser
cada mañana?

Si tan niña soy

sin raíces,
niña semilla
que se lleva el viento.

Deseo de niña pájaro:
ser árbol por un rato.

Deseo de niña de alas:
encontrar un abrazo
en donde hacer nido.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Lo que es

Me decís:
“Todo es demasiado frágil”.
Y yo pienso, sin embargo,
que todo me parece
demasiado sólido últimamente,
lleno de aristas,
de peso, de materia
imposible de atravesar.
    Hasta el aire.
    Ir de una esquina a otra
    del cuarto.
    Es como nadar
    en una masa
    pegajosa y espesa.
        Hasta el tiempo.
        Se vuelven falsas
        todas sus metáforas líquidas:
        que se desliza, se derrama.
        Pero no.
        Hasta el tiempo me parece
        demasiado contundente.
Hasta las cosas que no son
hacen sombra,
ocupan un lugar.

Lo que no es
tapa la vista
de lo que podría ser.

viernes, 3 de agosto de 2012

Paraguas

La escalera mecánica
de salida
del subte a la calle
llena de gente.
Llueve.

Desde abajo veo
a partir de la mitad de la escalera,
cuando se acaba el techo,
la gente va abriendo los paraguas,
con ritmo.

Paraguas de distintos colores y tamaños que se abren
y van subiendo.
Yo también abro mi paraguas a esa altura
y me vuelvo parte de la danza.

lunes, 16 de julio de 2012

...

Pensaba en cosas frágiles
mientras lavaba
unas cacerolas y fuentes
de acero.

Cuando hice una pila
en la mesada
para dejarlas secar,
tambalearon.

Y entreverada
en mis pensamientos
pegué un salto
para atajarlas
como si fueran a romperse
como si fueran frágiles

como burbujas

como cristales

como este sentimiento

volátil

y sin nombre. 

domingo, 10 de junio de 2012

Ciencia de domingo

Está comprobado científicamente:
el sillón
ejerce una fuerza de atracción
hacia mí.
Incluso cuando estoy
en el punto más alejado
de mi órbita
-sentada en la oficina, por ejemplo-
siento esa fuerza que me atrae
y suspiro:
ay, si estuviera en mi sillón.

Está claro
que es culpa del sillón
que quiera quedarme en casa
todo lo posible.
Si el sillón no estuviera
ejerciendo su fuerza atractiva
quizás visitaría más amigos,
pasaría las tardes en la plaza,
los fines de semana en el campo,
alguna temporada en el extranjero...
Eso, si no estuviera este sillón en casa
seguro viviría viajando
con unas pocas cosas en una valija
y chau,
me tomo un barco,
me tomo un avión,
o un cohete espacial y me voy a la Luna,
o a visitar Neptuno por unos días,
ese planeta lejano donde no hay sillones
porque se vuelan.
Está comprobado científicamente.

lunes, 21 de mayo de 2012

Lluvia de balcón

Pasa el viernes
y el sábado
y pienso:
“Debería regar”
pero ni salgo al balcón.

Para la noche del domingo
se larga a llover.
Pero no entra la lluvia
al balcón,
por cuestiones de arquitectura
y viento,
supongo.

Enseguida lleno la regadera
y me pongo a regar.

Es que imagino que las plantas
escuchan la lluvia ahí nomás
y les da ganas de agua.

martes, 8 de mayo de 2012

Deportes

A veces creo
que en una carrera de obstáculos
debería ganar
no el que llega primero
volando por encima de todo,
si no el que con cuidado
desarma cada valla
y atraviesa la pista
y se encuentra la meta
muy tarde
pero con las manos llenas
de varillas y tornillos
y con las ganas
de construir algo con todo eso
aunque ya no haya medallas.

Parece una lección barata de libro de autoayuda,
lo sé, pero no intenta serlo.
Quizás es más bien que descubro
que me gusta ir despacio,
que no me gusta saltarme nada,
y esta extraña afición
a las cajas de herramientas.

domingo, 29 de abril de 2012

Sueño salvaje

Olía cada cosa
sin pudor
y quería probarlo
todo.
Algunas personas
se acercaban
y me apretaban los cachetes,
me revolvían la cabeza,
sonreían ferozmente
y decían cosas rarísimas
en un tono
un tanto agudo.
Anoche soñé que era perro.
O niñito.

jueves, 12 de enero de 2012

Así las cosas


Pienso:
el día que no te quiera más
no voy a tener corazón
para decírtelo.
Pienso después:
si me importa tanto
lo que diga mi corazón
en ese momento
es que no voy a tener
nada que decirte
en realidad
sobre dejar de quererte
y más bien
todo lo contrario.

lunes, 9 de enero de 2012

Tormenta de verano


Sol de verano.
Esos días en que parece que no hay nada más que sol.
Calorón,
ni una nube.
Todo es reflejo derretido.
Aire espeso.
Tremendo día
ahí afuera.
Tremenda tormenta
en mí, mientras tanto,
como si nada.